Attenzione! 📢 ¿Verdadero o falso?
Más falso que una moneda de 3 euros señores.
Jamás usan la pasta como guarnición de una carne o pescado.
En Italia, la pasta es un primer plato que se toma solo, siempre.
Attenzione! 📢 ¿Verdadero o falso?
Más falso que una moneda de 3 euros señores.
Jamás usan la pasta como guarnición de una carne o pescado.
En Italia, la pasta es un primer plato que se toma solo, siempre.
La pasta, ese delicioso manjar típico de Italia que se ha incorporado diariamente en nuestra comida cotidiana, es elaborada a base de harina, agua, huevo y sal.
Se ha incorporado en nuestras comidas diarias por su sencilla elaboración, su delicioso sabor y sus grandes aportaciones energéticas. Tanto es así que se dice que España es uno de los países que más pasta consumimos; con una media de casi 5 kilos por persona a lo largo de un año.
Si echamos la vista atrás, los orígenes de este alimento se sitúan aproximadamente en el siglo XIII, donde se dice que fue Marco Polo quién, después de un viaje a China, la introdujo en Italia.
En cuanto al tipo de pasta existen dos tipos diferenciados: la pasta fresca y la pasta seca. La pasta fresca es la que es elaborada al momento, la cual puedes rellenar con otros ingredientes, ya sea con carne, pescado, aves, fiambres, verduras, quesos. En cambio, la pasta seca es aquella que ya está elaborada y sometida a procesos de deshidratación.
Preparar la pasta puede parecer sencillo, pero elaborarla para que mantenga todo su sabor requiere un proceso un poco más elaborado. A continuación, te damos algunos consejos para que disfrutes en tu mesa de un buen plato de pasta, al puro estilo italiano.
Primero depositamos el agua en la olla, la ponemos al fuego y cuando esté hirviendo le añadimos la pasta y la sal pertinente.
Es importante no añadir nada más al agua, ni aceite ni mantequilla. Este es un error bastante habitual que realizamos al cocinar. La explicación se debe a que si vertimos aceite o mantequilla al agua se crea una película en la pasta la cual a la hora de fusionarla con la salsa impide que se mezclen bien y no coja el sabor idóneo para el plato.
Removemos de vez en cuando para que no se pegue a la olla, así hasta aproximadamente entre 14 y 16 minutos para conseguir que la pasta quede preferiblemente “al dente”. Decimos preferiblemente ya que se elabora al gusto del consumidor, pero en los casos más comunes “al dente” es el tipo de cocción preferida por los italianos, por el jugoso sabor y textura que se consigue.
De todos modos iremos probándola para ver su estado.
Una vez lista, la escurrimos en un colador pero nunca le añadiremos agua fría, ya que si lo hacemos la pasta pierde muchos de sus nutrientes y casi todo su almidón.
A la hora de preparar la salsa debemos tener en cuenta que ha de estar antes de que se termine de cocer la pasta. Por tanto, primero terminamos de cocinar la salsa y una vez esté escurrida la pasta la echamos a la sartén de la salsa. Así lo mezclaremos y removeremos todo bien mientras se termina de cocinar la salsa en la sartén.
De este modo conseguimos una mejor fusión y un sabor más intenso.
Y, por último, de la sartén al plato.
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Consejos sobre la pasta
* Si prefieres que la pasta aguante más tiempo caliente, pon el plato en el microondas unos instantes antes de servir la comida. Aguantará más el calor.
* Si prefieres que el queso gratinado quede bien fundido, pon la pasta y la salsa en una cazuela de barro y déjalos varios minutos al horno.
* La pasta es preferible comerla a mediodía, ya que aporta mucha energía para aguantar todo el día.
* El queso rallado combina con la salsa elaborada con carne o salsa de verduras. “El amor sin un beso es como comer spaghetti sin queso”.
* Utiliza productos frescos y de buena calidad.
* No mezcles muchos ingredientes, ya sabes, menos es más.
* Cocina con amor. “Si cocinas con amor el plato sabe mucho mejor”.
La dieta mediterránea está de moda y uno de los productos estrella de ésta, y mundialmente conocido, es la pasta.
La pasta, en sus diferentes variedades, es uno de los alimentos básicos de la gastronomía italiana, elaborado principalmente con sémola de trigo y agua, siendo un alimento muy nutritivo y energético.
Podemos diferenciar dos tipos de pasta: la pasta fresca y la pasta seca.
La pasta seca se elabora con sémola de trigo y agua y se somete a un proceso de secado, de forma que al finalizar el mismo la pasta no contiene agua, lo que permite que pueda conservarse durante más tiempo sin necesidad de estar refrigerada.
Por su parte, la pasta fresca no se somete a proceso de secado, se debe mantener refrigerada y su tiempo de conservación es mucho menor.
A la hora de cocinarla se necesita mucho menos tiempo de cocción.
Puede decirse que hay más de 350 tipos de formas y variedades de pasta seca.
Destacar que geográficamente puede variar la elaboración de la pasta. Por ejemplo en el norte de Italia se utiliza harina de trigo, huevo y agua para elaborar la pasta fresca, mientras que en el sur de Italia se realiza con sémola de trigo y agua.
Aunque pueda pensarse lo contrario no es mejor una que otra. Son distintas como ya hemos visto pero la calidad nutritiva de ambas es similar una vez cocinadas, y la diferencia a la hora de optar por una u otra será la receta a cocinar.
Si la receta a cocinar es rellena suele ser fresca, como por ejemplo los raviolis, lasaña, canelones,…
Y ahora ¡todos a por un buen plato de pasta! ¡A disfrutar!