Quien planee una comida debe tener en cuenta que el postre es el broche fundamental y que mal elegido puede arruinar la velada.
Busca el equilibrio entre lo que te apetece y lo que realmente puedes tomar.
Si la comida ha sido abundante, puedes elegir algo ligero, si por el contrario te ves con fuerzas y asimilar el postre como un tercer plato… adelante! Lo que el estómago te pida.
Aquí os mostramos una opción de cada, dentro de nuestros cartas 🙂
CHOCOLATE VS. ARÁNDANOS