El limoncello es un licor típico italiano, obtenido de la maceración en alcohol de limones que se consume muy frío y suele tomarse tras las comidas, aunque puede tomarse en cualquier momento del día.
¿Quién de vosotros no lo ha probado alguna vez y le ha marcado su sabor tan especial? ¿Sabéis cuál es su origen y cómo se hace? Vamos a daros respuesta a todas estas cuestiones.
Historia del limoncello
El limoncello es un licor típico del sur de Italia, en concreto de la región de Campania (en las localidades de Sorrento, Amalfi y Capri).
En Sorrento y en Amalfi abundan las leyendas y los cuentos sobre el origen del limoncello, pero de lo que no hay duda es que es fruto de elaboración casera.
Por un lado se dice que quien lo inventó fue María Antonia Farace cerca de 1900, puesto que su bisnieto Massimo Canale fue quien lo registró en 1988 por primera vez. Pero por otro lado en Sorrento y Amalfi afirman que la elaboración de este licor se remonta a los tiempos de las invasiones sarracenas en la península italiana en el siglo IX
¿Cómo preparar el limoncello en casa?
Para todos aquellos que queráis intentar hacer limoncello en casa os decimos cómo prepararlo:
Ingredientes
- 8 limones grandes de cáscara gruesa y con bastante zumo
- 1 kg de azúcar (puede añadirse un poco más de azúcar si se desea más dulce)
- 1 litro de alcohol
- 3 litros y medio de agua
Preparación
Lavamos y pelamos los limones intentando quitar toda la parte blanca que cubre los limones. Las cortezas de los limones se ponen en un recipiente con el alcohol, y dejamos reposar durante 10 días. El recipiente se quedará cerrado y en sitio oscuro.
Transcurridos los 10 días es el momento de preparar almíbar. Por cada litro de agua ponemos 340 gramos de azúcar. El siguiente paso es filtrar el alcohol de las cortezas de limón para posteriormente añadirlo al almíbar. Una vez lo hayamos mezclado todo ya tenemos listo el limoncello.
Puedes optar por tomarlo muy frío o bien a temperatura ambiente para apreciar todos los aromas del mismo.
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